¿Tu postura te está diciendo algo? Señales de alerta desde tu cuerpo

La manera en la que te sientas, caminas o incluso duermes puede revelar mucho más que simples costumbres físicas. Una postura encorvada o tensiones constantes en hombros y cuello podrían estar relacionadas con problemas como el estrés crónico, debilidad muscular o incluso alteraciones emocionales. El cuerpo habla, y muchas veces lo hace a través de su alineación.

Una mala postura prolongada puede desencadenar afecciones más serias, como dolores de espalda, problemas digestivos o dificultades respiratorias. Además, estudios han demostrado que incluso el estado de ánimo puede verse afectado: mantener una postura erguida mejora la autoestima y reduce síntomas depresivos.

Prestar atención a tu postura diaria, incorporar pausas activas y fortalecer el core son medidas simples que pueden mejorar tu salud integral. Tu cuerpo está comunicando algo constantemente; aprender a escucharlo puede marcar una gran diferencia en tu bienestar general.