
Aunque muchos envases traen el símbolo de reciclaje, eso no significa que sean reciclables en tu ciudad. Materiales como el papel encerado, algunos plásticos mezclados y los empaques con aluminio laminado no pueden ser procesados fácilmente.
La clave está en separar correctamente: envases limpios y secos, materiales homogéneos (todo plástico o todo cartón), y evitar mezclar residuos orgánicos con reciclables. Esto facilita el trabajo de los centros de acopio y aumenta la posibilidad de reutilización.
Informarse sobre lo que realmente acepta el sistema local de reciclaje es fundamental. De lo contrario, podemos contaminar todo el lote de materiales y hacer que nada se aproveche, incluso si tuvimos la mejor intención.