
Cuando soñamos con personas que ya no están en nuestra vida, puede ser porque aún hay asuntos emocionales sin resolver. El cerebro utiliza los sueños para procesar recuerdos, emociones y vínculos del pasado.
A veces se trata de nostalgia, culpa o incluso deseo de reconciliación. En otras ocasiones, la persona representa algo simbólico: una etapa, una emoción o una lección pendiente.
Lejos de obsesionarse con el sueño, lo importante es preguntarse: ¿Qué siento y qué necesito cerrar? El pasado no siempre termina cuando alguien se va.