Medidas de ahorro de agua en gimnasios de Barcelona

La preocupación por la sequía que atraviesa Cataluña ha llevado a más de 40 gimnasios de Barcelona a implementar nuevas normativas para reducir el consumo de agua durante las duchas de sus usuarios. A partir de la próxima semana, se instaurará un límite de tres minutos por persona para el uso de las duchas, mientras que los pulsadores se ajustarán para durar únicamente 15 segundos, agilizando así el proceso de ducha.

Iniciativa ‘Cada gota de agua resta’

Estas medidas son parte de la campaña ‘Cada gota de agua resta’, una iniciativa impulsada por la asociación de entidades de gestión de instalaciones deportivas públicas, Gestiona. El presidente de esta asociación, Josep Viladot, ha destacado que estas acciones tienen como objetivo concienciar a los usuarios sobre la importancia del uso eficiente del agua y promover el empleo de duchas más eficientes.

Viladot ha explicado que la campaña también contempla la instalación de dosificadores que permitirán ahorrar hasta nueve litros de agua por minuto en los centros deportivos. Además, se distribuirán 1.000 dosificadores entre los usuarios para que puedan implementar medidas de ahorro de agua en sus hogares. Entre las propuestas adicionales de Gestiona se encuentra la renovación del agua de las piscinas utilizando agua regenerada, lo que, según la asociación, podría reducir hasta un 25% del consumo total de agua en estos establecimientos.

Presentación de la campaña

La presentación de estas medidas se llevará a cabo este jueves durante una reunión con el conseller de Acción Climática, David Mascort. Este encuentro coincidirá con la sesión de la Comisión Interdepartamental de Sequía, que se reunirá de forma extraordinaria para evaluar la posible declaración del estado de emergencia debido a la escasez de agua.

Críticas al cierre de duchas en emergencia

Josep Viladot ha criticado la propuesta del Govern de cerrar las duchas en instalaciones deportivas públicas una vez se declare la emergencia por sequía. Considera que esta medida es un “chiste” y una “improvisación mediática”, ya que no contribuirá significativamente al ahorro de agua. Viladot argumenta que las duchas domésticas suelen ser más largas y consumir más agua que las duchas en los gimnasios.

En cuanto al impacto económico que estas restricciones podrían tener en los centros deportivos públicos catalanes, el presidente de Gestiona estima que podría alcanzar hasta un 20%, debido a la posibilidad de que los usuarios cancelen sus suscripciones si no pueden ducharse adecuadamente en los establecimientos.