Las alarmas se encienden en España mientras la reserva hídrica cae al 50.8%, una cifra preocupante que refleja la gravedad de la sequía. Tras confirmarse que el año 2023 fue el más seco registrado y la declaración de emergencia por sequía en Cataluña, el problema se expande por toda la nación, afectando especialmente a Andalucía, donde los agricultores advierten sobre las consecuencias para el campo y las cosechas.
Urgencia en pleno invierno
A pesar de estar en pleno invierno, el mes de febrero no trae consigo las lluvias necesarias. Los embalses a lo largo de la Península Ibérica muestran una disminución alarmante, todos prácticamente a la mitad de su capacidad. Los datos oficiales indican que la reserva hídrica española se encuentra al 50.8%, generando debates sobre la gestión del agua y la urgente necesidad de implementar políticas sostenibles para afrontar este desafío prolongado.
Medidas en Cataluña
En Cataluña, se han tomado medidas ante la crisis. El presidente Pere Aragonès y el conseller de Acción Climática, David Mascort, anunciaron la emergencia en el sistema Ter-Llobregat después de que las reservas de estos embalses descendieran por debajo de los 100 hectómetros cúbicos, el umbral para la emergencia.
🔴CATALUÑA,
EN EMERGENCIA POR SEQUÍA.Pero no es solo falta de lluvia,
ES MALA GESTIÓN.Desde el turismo desbocado, con 17 millones de turistas, a la ganadería industrial, con 8 millones de cerdos… ¡Es el sistema el que seca el futuro!#NoEnRaja
ℹ️👉https://t.co/NZo7O8aXrJ pic.twitter.com/JfYNX9ODBv— Greenpeace España (@greenpeace_esp) February 1, 2024
Fases del plan especial de sequía
El Plan Especial de Sequía consta de 3 fases, con la primera reduciendo la dotación de agua de 210 a 200 litros por habitante y día. Esta fase prohíbe el riego de árboles y jardines, el llenado de fuentes ornamentales, lagos y el lavado de coches, entre otras medidas restrictivas. Mientras tanto, la sequía afecta a nivel nacional, y muchas comunidades deberán tomar medidas urgentes.
Variaciones en las reservas
Las reservas por ámbitos varían, siendo el norte del país el más optimista. Andalucía se posiciona como una de las comunidades más afectadas. Los agricultores ya han advertido sobre las consecuencias para las cosechas. El 80% del agua se destina al riego agrícola, el 15% a la población y un 5% a la industria, según expertos.
La agencia de calificación de riesgo Moody’s advierte sobre los efectos perjudiciales en sectores industrial y agrícola, así como en el turismo. Vox propone un referéndum en el Senado para crear un Plan Nacional del Agua como medida ante la sequía, evidenciando la necesidad de soluciones a largo plazo.