
La mentalidad de abundancia es una forma de pensar enfocada en la posibilidad, la gratitud y la cooperación. A diferencia de la mentalidad de escasez, que se basa en el miedo a perder o a no tener suficiente, esta invita a ver oportunidades incluso en los desafíos.
Para cultivarla, el primer paso es practicar la gratitud diariamente. Reconocer lo que ya tienes te hace consciente de tu riqueza presente. Además, rodearte de personas con pensamientos positivos, evitar la comparación constante y establecer metas con propósito también ayuda.
No se trata de ignorar los problemas, sino de ver el vaso medio lleno y confiar en que el éxito no es un recurso limitado, sino que puede compartirse y multiplicarse. Es una mentalidad que mejora la calidad de vida y la forma en la que te relacionas con los demás.