
Cocinar arroz parece sencillo, pero pequeños detalles pueden arruinarlo. Uno de los errores más comunes es no enjuagarlo antes de cocinar, lo que deja el almidón en exceso y provoca que se apelmace.
Otro problema frecuente es destapar la olla varias veces durante la cocción, lo que interrumpe el proceso de absorción de agua y altera la textura. Además, usar proporciones incorrectas de agua o no dejarlo reposar unos minutos antes de servir también afecta el resultado.
Con unos cuantos ajustes simples —como respetar los tiempos y medidas, y no manipularlo tanto— lograrás un arroz suelto y sabroso. La clave está en la paciencia y en entender cómo se comporta este grano en la cocción.