
Un análisis reciente ha puesto en evidencia que más del 50% de las personas que pernoctan en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat están, aparentemente, fuera del alcance de los servicios sociales formales. Esta desconexión revela fallas estructurales en los mecanismos existentes para identificar y asistir a personas sin hogar que recurren al aeropuerto como refugio temporal. Según versiones preliminares del informe, muchas de estas personas no han sido contactadas por las entidades responsables o no acceden al sistema de ayuda por diversos motivos.
Causas y obstáculos en la atención social
El estudio señala que factores como la alta movilidad, el desconocimiento de los recursos disponibles o trabas administrativas podrían estar limitando el acceso a la asistencia. Esta situación plantea un desafío importante para las autoridades, ya que dificulta la evaluación de las necesidades reales de este colectivo y la posibilidad de diseñar intervenciones duraderas. La falta de contacto efectivo con estas personas reduce las posibilidades de ofrecer soluciones integrales a su situación de exclusión.
Riesgos para la salud, la seguridad y la convivencia
Una consecuencia inmediata de este escenario es la persistencia de condiciones inadecuadas para un número elevado de individuos en un entorno como el aeropuerto, que no está preparado para funcionar como refugio. Esta realidad podría derivar en problemas de salud pública, seguridad y convivencia, afectando tanto a quienes se alojan allí como al resto de los usuarios. Ante este panorama, se vuelve crucial reforzar los protocolos de detección temprana y establecer vías ágiles de derivación hacia los servicios sociales, garantizando una respuesta más eficaz y humanitaria.