AUGC

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido este miércoles en el Congreso que la polémica compra de munición a una empresa israelí fue fruto de “desajustes o errores puntuales”. El contrato, valorado en 6,8 millones de euros más impuestos, contemplaba el suministro de balas de 9 milímetros para la Guardia Civil y fue adjudicado en febrero de 2024. Marlaska aseguró que su rescisión está en marcha desde octubre del año pasado, y que se están articulando mecanismos legales para anularlo sin causar perjuicio económico a la administración.

El Gobierno busca contener la crisis interna

Este anuncio responde al intento del Gobierno español de mitigar una creciente crisis política interna, provocada por las críticas de Sumar y otros aliados parlamentarios del PSOE, quienes exigen el fin de cualquier relación comercial con empresas vinculadas al conflicto en Gaza. Marlaska defendió la cohesión del Ejecutivo, subrayando que el proceso de anulación del contrato involucra a varios departamentos y que se está actuando con responsabilidad para garantizar la coherencia de la política exterior sin poner en riesgo la operatividad de las fuerzas de seguridad.

Un dilema entre principios políticos y necesidades operativas

Este episodio refleja la tensión entre los compromisos políticos del Gobierno en materia internacional y las necesidades logísticas internas. Aunque Marlaska habló de “errores puntuales”, el caso ha desatado un debate sobre la consistencia ética de las compras públicas en contextos de guerra. Aun así, el ministro garantizó que el suministro de munición y equipamiento para la Policía Nacional y la Guardia Civil está asegurado, reiterando el compromiso del Ejecutivo con los derechos humanos y el respeto al Derecho Internacional, sin descuidar la seguridad del Estado.

Publicado por: Editor Minuto30

Compartir:
  • Comentarios


  • Anuncio