En Santander, se celebra el juicio contra cuatro hombres, tres de ellos de origen africano (Espoir N. N., Jean P. N., Ble C.) y uno sudamericano (Julio C. C.), acusados de un presunto abuso sexual grupal a una joven. La situación de vulnerabilidad de la víctima fue agravada por la superioridad física y numérica de los agresores, además de encontrarse en un entorno desconocido para ella.
La Fiscalía solicita penas de gran severidad, proponiendo 30 años de prisión para tres de los acusados por agresión sexual con penetración y coordinación grupal en el acto. Para el cuarto implicado, se pide una condena de 15 años y medio, al considerarlo cooperador necesario del delito e intentar participar en la agresión.
Las secuelas de este acto han tenido un impacto devastador en la víctima, quien ha experimentado no solo lesiones físicas significativas, como erosiones y hematomas, sino también un profundo daño psicológico.
En la actualidad, sufre de un trastorno de estrés postraumático grave, con síntomas como llanto constante, insomnio y pérdida de apetito, necesitando tratamiento continuo. Este caso ha causado una profunda conmoción y pone de relieve la urgencia de adoptar medidas más efectivas contra la violencia sexual.
VIDEO: El drama de una víctima y lca búsqueda de justicia
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