
España ha incrementado notablemente la adquisición de armamento y municiones a empresas israelíes en los últimos meses, según informes que apuntan a contratos por más de mil millones de euros desde octubre de 2023. Este volumen de compras sitúa al país como uno de los principales clientes de la industria armamentística israelí, en un contexto geopolítico internacional marcado por tensiones y reconfiguraciones estratégicas. La tendencia ha generado cuestionamientos sobre el rumbo de la política de defensa española y su alineación internacional.
No obstante, a finales de abril de 2025, el gobierno español anunció la cancelación de un contrato de municiones valorado en 6,6 millones de euros con una compañía israelí, aparentemente como resultado de presiones internas dentro de la coalición gobernante. Esta decisión refleja fisuras dentro del Ejecutivo respecto al mantenimiento de este tipo de acuerdos, y podría ser interpretada como una señal de que se están evaluando los límites éticos y políticos del comercio de armas con países en situaciones de conflicto.
La combinación de contratos millonarios y decisiones de cancelación apunta a un escenario incierto para las futuras relaciones bilaterales entre España e Israel en materia de defensa. Según versiones preliminares, esta revisión interna podría derivar en un replanteamiento más amplio de la política de adquisiciones del país, con posibles implicaciones para su posicionamiento en foros internacionales y su relación con aliados estratégicos.