Doritos ha tomado la decisión de despedir a la activista transgénero española Samantha Hudson, apenas dos días después de nombrarla embajadora de la marca, tras presuntamente descubrir tuits ofensivos donde mencionaba actos depravados hacia una menor de 12 años.
Hudson, de 24 años, había sido presentada como embajadora de Doritos España a través de un vídeo de 50 segundos llamado “Crunch Talks”, el cual ha sido eliminado del Instagram de la marca.
La compañía Doritos declaró a la revista Rolling Stone este martes que ya no continuaría su colaboración con Hudson, alegando que no tenía conocimiento previo de sus publicaciones inapropiadas anteriores.
Esta situación ha generado un revuelo mediático y críticas hacia ambas partes involucradas. Mientras algunos respaldan la decisión de Doritos de actuar ante las declaraciones controvertidas de Hudson, otros cuestionan la rapidez con la que se tomó la decisión y la falta de un proceso adecuado de investigación previa.
El despido de Hudson plantea preguntas sobre la responsabilidad de las marcas al seleccionar embajadores y la importancia de revisar exhaustivamente el historial público de las personas antes de asociarse con ellas. La repercusión de este incidente podría tener un impacto duradero en la percepción de Doritos y en la manera en que otras empresas gestionan sus colaboraciones con figuras públicas.