
El entorno laboral puede ser fuente de estrés si no se gestiona adecuadamente. Para cuidar la salud mental en el trabajo, es fundamental establecer límites, organizar las tareas y priorizar el descanso.
Fomentar la comunicación abierta, el apoyo entre compañeros y la participación en actividades recreativas contribuye a un ambiente positivo. Reconocer los logros y practicar la gratitud también mejora el bienestar emocional.
Si el estrés laboral es persistente, buscar apoyo profesional es una decisión acertada. La salud mental es clave para la productividad y la satisfacción en el trabajo.