
La Generalitat de Cataluña ha levantado este domingo el confinamiento preventivo que afectó a cinco municipios costeros en las provincias de Barcelona y Tarragona, luego de que se confirmara la disipación de una nube tóxica generada por un incendio en una nave industrial de Vilanova i la Geltrú. El fuego, que se desató durante la madrugada del sábado en unas instalaciones que almacenaban productos químicos, incluidos compuestos con cloro, activó protocolos de emergencia por el riesgo de contaminación atmosférica. La rápida intervención de los equipos de emergencia, sumada a condiciones meteorológicas favorables, permitió controlar la situación en pocas horas.
Como consecuencia inmediata, cerca de 150.000 habitantes de Vilanova i la Geltrú, Sant Pere de Ribes, Cubelles, Cunit y Calafell fueron instados a permanecer en sus viviendas con puertas y ventanas cerradas. Esta medida, aplicada por precaución, buscó minimizar la exposición a posibles gases irritantes liberados por el siniestro. Tras un monitoreo constante de la calidad del aire, las autoridades comenzaron a desactivar las restricciones a lo largo de la mañana del sábado, permitiendo la reanudación progresiva de las actividades habituales en los municipios afectados.
Aunque no se han reportado heridos de gravedad, el episodio generó inquietud en la población y subrayó la importancia de contar con protocolos claros para gestionar emergencias químicas. Las labores de investigación continúan para esclarecer el origen del incendio en la empresa dedicada a productos para piscinas. Con la normalización de la situación, también se restableció el tráfico en las principales vías de acceso y el servicio ferroviario, aunque persisten algunos retrasos en la red de transporte hasta la estabilización completa del sistema.