El alegre Carnaval de Lanzarote, reconocido por su júbilo y algarabía, se vio sacudido por un inusual suceso que involucró a una joven pareja de 16 y 17 años. Durante la medianoche del lunes de Carnaval, ambos se vieron precipitados al fondo de un pozo con una profundidad considerable de 10 metros.
La búsqueda de intimidad que desencadenó un incidente inesperado
Los adolescentes, en pleno disfrute del carnaval en el recinto ferial, decidieron alejarse del bullicio en busca de un rincón más apacible. Su elección los condujo a un antiguo molino en las salinas de Puerto Naos. En la oscura noche, confundieron el lugar con un habitáculo cerrado, sin percatarse del pozo oculto en la penumbra.
La caída y sus consecuencias graves
El joven de 17 años, al intentar acceder al supuesto habitáculo, cayó abruptamente al vacío, enfrentándose a un descenso de al menos diez metros. Alertada por el estruendoso golpe y el grito del joven, la chica de 16 años, presa del miedo, corrió en su auxilio. Sin embargo, acabó compartiendo la misma suerte al caer en el agujero y aterrizar sobre él.
Momentos de inconsciencia y la llamada de auxilio desesperada
Ambos quedaron brevemente inconscientes tras el impacto, pero lograron recobrar el conocimiento y realizaron una urgente llamada al 112. A las 23:38 horas del lunes, la sala operativa del 112 recibió el llamado, brindando asistencia telefónica a los jóvenes hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Un rescate coordinado y efectivo
Se movilizaron rápidamente los servicios de bomberos, el Servicio de Urgencias Canario, la Policía Local, Autoridad Portuaria, Protección Civil y Policía Nacional. Los bomberos, que ya se encontraban en la zona por el dispositivo de carnaval, lideraron la operación de rescate. Descendieron al pozo, priorizando la atención al joven debido a la gravedad de sus lesiones, y posteriormente rescataron a la mujer.
Atención médica y evacuación
El personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC) prestó asistencia a los heridos, estabilizándolos antes de proceder a su evacuación al hospital Doctor José Molina Orosa. Los servicios policiales llevaron a cabo las diligencias necesarias para gestionar la situación de manera adecuada.
Una noche que comenzó con la búsqueda de un rincón tranquilo se convirtió en un rescate espectacular, subrayando la eficacia de los servicios de emergencia ante situaciones imprevistas durante las festividades.