Morningstar

Desde 2009, BBVA y Banco Sabadell, al igual que el resto del sistema financiero español, han llevado a cabo una reducción sostenida de su red de oficinas. Este ajuste responde a la reestructuración del sector tras la crisis económica, a la creciente digitalización de los servicios bancarios y a la necesidad de mejorar la eficiencia operativa. Además, las fusiones y adquisiciones en el sector han incentivado la eliminación de duplicidades, optimizando la presencia física de las entidades.

Más banca online, menos oficinas físicas

El auge de los canales digitales ha transformado los hábitos de los usuarios, permitiendo realizar gestiones desde cualquier lugar. Esta evolución, junto con la presión por reducir costes, ha motivado el cierre de oficinas, especialmente en zonas con alta densidad de sucursales o con baja rentabilidad. Pese a ello, ambas entidades sostienen su compromiso con un modelo híbrido que combine la atención digital con servicio presencial de calidad, manteniendo oficinas estratégicas para ofrecer un trato cercano.

Inclusión financiera, el gran desafío

Una consecuencia clara de esta transformación es el cambio en la relación cliente-banco, con un fuerte crecimiento del uso de plataformas móviles y online. Aunque esto supone ventajas en comodidad y rapidez, también presenta retos importantes, como la inclusión financiera de los colectivos menos digitalizados, entre ellos las personas mayores. El sector bancario deberá encontrar un equilibrio entre modernización y accesibilidad, garantizando que todos los usuarios puedan acceder a los servicios esenciales.

Publicado por: Editor Minuto30

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