
San Mamés se alista para lo que podría ser una cita histórica. El Athletic Club está a un paso de disputar la final de la UEFA Europa League en su propio feudo, pero antes deberá superar una semifinal electrizante ante el Manchester United. Los dirigidos por Ernesto Valverde ya dejaron fuera al Rangers en cuartos de final y llegan con buenas sensaciones a esta instancia.
El historial entre ambos equipos favorece al conjunto bilbaíno, que ha ganado tres de los cuatro encuentros previos contra los diablos rojos. Además, las dos veces que se enfrentaron en San Mamés, los leones salieron victoriosos. Un recuerdo especial es la temporada 2011-12, cuando eliminaron al United ganando tanto la ida como la vuelta, para luego alcanzar la final de ese año.
Los números del Athletic en casa esta campaña son imponentes: seis partidos jugados en San Mamés, seis victorias, con 14 goles a favor y apenas dos en contra. Un fortín rojiblanco que infunde respeto.
En frente, el Manchester United llega con un historial complicado ante clubes españoles: ha sido eliminado por equipos de LaLiga en 10 de sus últimas 15 campañas europeas. Sin embargo, el conjunto ahora dirigido por Rubén Amorim ha demostrado ser impredecible, manteniéndose invicto en Europa esta temporada con siete triunfos y cinco empates.
La última hazaña de los ingleses llegó ante el Lyon, con una remontada épica en la prórroga al marcar tres goles en solo siete minutos. Su balance en la Europa League es también impresionante: ha ganado 14 de sus 15 eliminatorias a doble partido en esta competición y solo ha perdido una de sus últimas nueve visitas a España.
Figuras a seguir: Nico Williams regresa con fuerza tras su lesión y ha anotado cuatro goles en sus últimos tres partidos de UEL en casa, dos de ellos abriendo el marcador. Por parte del United, Rasmus Højlund sigue siendo una amenaza, con un tercio de sus goles esta temporada en Europa y destacando especialmente en partidos fuera de casa.
Dato clave: Solo uno de los últimos 63 partidos europeos del Manchester United terminó 0-0, lo que augura una semifinal con goles y emociones fuertes.