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El ambiente era inmejorable, la ilusión desbordaba cada rincón de San Mamés, pero el fútbol fue cruel con el Athletic Club. En 45 minutos, el Manchester United convirtió un partido parejo en una pesadilla rojiblanca, imponiéndose 0-3 en la ida de las semifinales y dejando la eliminatoria prácticamente sentenciada.

El gol de Casemiro tras una acción tejida por Maguire y Ugarte fue el primer clavo en el ataúd. La posterior expulsión de Vivian —tras un discutido penalti revisado por VAR— terminó por romper el partido. Bruno Fernandes no perdonó desde los once metros y luego amplió la ventaja con una definición quirúrgica tras un gran taconazo de Ugarte. El Athletic se desvanecía como un castillo de naipes ante la efectividad inglesa.

Pese a un arranque enérgico y varias ocasiones claras, los de Valverde no encontraron premio. Las piernas empezaron a pesar tras quedarse con 10, y el equipo no tuvo recursos para revertir una desventaja tan abultada. Ni el empuje de la afición ni los cambios tácticos pudieron frenar la marea roja.

El Athletic necesitará una gesta histórica en Old Trafford para revertir una situación que parece insalvable. El sueño europeo sigue siendo eso: un sueño, al menos por ahora.

Publicado por: Team M30

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