Las protestas del sector agrario español, que se suman a las ya presentes en Francia, Bélgica, Italia, Rumanía y Polonia, se intensificarán en las próximas semanas en diversas regiones del país. Las organizaciones agrarias mayoritarias, Asaja, COAG y UPA, han decidido retomar las movilizaciones para exigir un plan de choque que aborde la crisis en el campo, reclamando precios justos, menor burocracia y condiciones equitativas para las importaciones de países competidores.
Las tres principales organizaciones agrarias han anunciado un acuerdo para iniciar protestas ante la difícil situación que enfrenta el campo español, marcada por condiciones adversas y una burocracia asfixiante. Solicitarán al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, soluciones inmediatas para enfrentar los desafíos derivados de la sequía, la situación en Ucrania, la Política Agraria Común (PAC) y problemas laborales.
En el ámbito de la Unión Europea, destacan la lucha contra un mercado desregulado que importa productos agrarios a bajo costo, presionando los precios locales y generando una competencia desleal que amenaza la viabilidad de miles de explotaciones en España y Europa. A pesar de las quejas de los agricultores, la UE continúa firmando acuerdos de libre comercio con terceros países, agravando la situación.
Las organizaciones agrarias exigen la paralización de negociaciones de acuerdos comerciales con países como el Mercosur, Nueva Zelanda, Chile, Kenia, México, India y Australia. Además, solicitan un aumento de los controles en la frontera con Marruecos para garantizar el cumplimiento de las normativas europeas en las importaciones de productos agrícolas.
A nivel nacional, piden modificaciones en la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir prácticas desleales y garantizar que los precios cubran los costes de producción. También reclaman la creación de un observatorio sobre importaciones y medidas para simplificar los trámites burocráticos que afectan a los profesionales del campo.
Las demandas del sector agrario incluyen reformas urgentes para afrontar la crisis sanitaria animal, un presupuesto reforzado para los seguros agrarios y medidas para garantizar el relevo generacional en el campo. Las movilizaciones, que retoman el impulso tras un paréntesis debido a la pandemia, reflejan la urgencia de abordar la crisis en el campo español y europeo.