
El Govern de Cataluña ha anunciado la supresión de la DGAIA (Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia) y la creación de una nueva dirección general, aparentemente más centrada en la prevención de situaciones de riesgo para menores. Esta decisión surge en un contexto de fuerte demanda por parte de madres con hijos tutelados, quienes abogan por la disolución de la entidad, argumentando que el sistema actual no las escucha y, presuntamente, deja a los niños en una situación más vulnerable.
Tensiones y Expectativas ante el Nuevo Modelo
Mientras las familias demandan cambios radicales, los trabajadores sociales vinculados a la DGAIA solicitan activamente ser parte fundamental en el proceso de transformación de la institución. Su participación busca asegurar que la experiencia y el conocimiento profesional se integren en el diseño del nuevo modelo, evitando posibles disrupciones en el servicio. La coexistencia de estas perspectivas subraya la complejidad de reformar un sistema tan sensible como el de protección a la infancia.
Una consecuencia directa de esta reestructuración es la incertidumbre inicial sobre la operatividad y la eficacia del nuevo organismo. La transición podría generar periodos de adaptación que, si no se gestionan adecuadamente, podrían impactar la atención a los menores y sus familias. Es fundamental que la nueva dirección general implemente mecanismos de comunicación y participación transparentes para restaurar la confianza y asegurar que los recursos se destinen eficazmente a la protección y bienestar de la infancia y la adolescencia en Cataluña.