
La fatiga emocional ocurre cuando las emociones negativas se acumulan sin procesarse. Es ese cansancio del alma que no se alivia con dormir ni descansar físicamente.
Suele surgir por estrés prolongado, sobreexigencia o situaciones que nos drenan emocionalmente. Sus síntomas incluyen irritabilidad, desconexión emocional, llanto frecuente y falta de motivación.
Reconocerla a tiempo es fundamental para buscar apoyo, poner límites y reconectar con el bienestar. Cuidar la salud mental es tan urgente como cuidar el cuerpo.