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Una mujer de 86 años en Melilla enfrenta una difícil situación tras denunciar que el Registro Civil certificó por error su fallecimiento en lugar del de su hijo. El equívoco, detectado recientemente, derivó en la suspensión inmediata de su pensión, principal fuente de ingresos de la adulta mayor. Según versiones preliminares, el error se originó en un cruce indebido de identidades durante el trámite de defunción, obligando a la afectada a iniciar un proceso para corregir su estado civil en los registros oficiales.

La consecuencia más inmediata de esta equivocación ha sido la interrupción de sus ingresos mensuales, lo que ha generado un escenario de vulnerabilidad económica. Para una persona en edad avanzada, este tipo de contratiempos administrativos no solo representan un riesgo financiero, sino que también implican una sobrecarga emocional y burocrática al tener que enfrentar procedimientos institucionales para restituir derechos fundamentales. La situación pone de relieve la fragilidad del sistema cuando se cometen errores en documentos de identidad.

Aparentemente, las autoridades ya han sido notificadas y se espera que se adopten medidas para investigar el origen del fallo. Asimismo, se prevé la implementación de acciones correctivas que eviten la repetición de casos similares, reforzando los protocolos de verificación en procesos sensibles como los certificados de defunción. Este caso refleja la necesidad urgente de garantizar exactitud en la gestión pública, especialmente en servicios que afectan directamente el bienestar de personas en situación de dependencia.

Publicado por: Editor Minuto30

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