En España, el tiempo que los jóvenes pasan en las redes sociales sigue en aumento, convirtiéndose en una preocupación creciente para padres y expertos en el campo digital. Según recientes estudios, los menores españoles dedican unas cuatro horas diarias a las pantallas, superando la media global. Este fenómeno destaca a España como el país desarrollado donde los jóvenes pasan más tiempo en las redes sociales, aproximadamente una hora al día.
Preferencias en las redes sociales
Las preferencias de los jóvenes en cuanto a redes sociales revelan un panorama definido. La plataforma TikTok se posiciona como la favorita, con un promedio de 94 minutos de uso diario entre los menores de 18 años en España. A pesar de mantener su popularidad, el tiempo dedicado a TikTok ha disminuido ligeramente en comparación con años anteriores. Por otro lado, Instagram ha experimentado un aumento significativo, alcanzando los 71 minutos diarios, un incremento del 27%.
Datos del estudio ‘nacer en la era digital’
El estudio ‘Nacer en la era digital. Generación IA’, presentado por la plataforma de seguridad en red Qustodio, revela información valiosa sobre el uso de las pantallas por parte de los jóvenes españoles. Con la participación de alrededor de 400.000 familias, se evidencia que el tiempo dedicado a las redes sociales en España se mantiene constante en comparación con años anteriores, situándose en 59 minutos diarios.
Riesgos y recomendaciones
A pesar de la conectividad virtual, los expertos advierten sobre los riesgos de adicción que el uso desmedido de las redes sociales puede ocasionar. La supervisión de tiempos y contenidos se vuelve crucial, así como establecer una dieta digital cuando sea necesario. Se insta a las familias a consumir contenido en conjunto para detectar posibles peligros y limitar el uso excesivo de las plataformas digitales.
En resumen, mientras la era digital continúa expandiéndose, es fundamental abordar de manera proactiva los desafíos que surgen, especialmente en el ámbito de la juventud, garantizando un equilibrio saludable entre el mundo virtual y el real.