La final de la Copa América entre Argentina y Colombia, que se celebró ayer en el Hard Rock Stadium de Miami, estuvo marcada por los disturbios protagonizados por un grupo de aficionados colombianos.
Los incidentes comenzaron poco antes del inicio del partido, cuando un grupo de aficionados sin entrada intentó ingresar al estadio a la fuerza.
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Los aficionados rompieron las vallas de seguridad y se enfrentaron a los agentes de seguridad, lo que provocó el retraso del inicio del partido durante media hora.
La policía se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y se produjeron varios arrestos.
Los disturbios continuaron después del partido, cuando algunos aficionados colombianos expresaron su frustración por la derrota de su selección.
Estos hechos han sido condenados por la Conmebol y por las autoridades de Colombia y Estados Unidos.