El propietario del Medusa Beach Club, local ubicado en Playa de Palma, ha sido arrestado por la Policía Nacional este miércoles. Se le acusa de presunta responsabilidad en la comisión por omisión de cuatro homicidios por imprudencia grave y seis delitos de lesiones graves, tras el derrumbe parcial de la terraza del establecimiento el pasado 23 de mayo, que ocasionó la muerte de cuatro personas y dejó a otras 16 heridas.
La investigación policial apunta a que la terraza siniestrada había sido reformada sin licencia para su uso comercial y presentaba deficiencias estructurales. Además, se presume que soportaba una sobrecarga de peso en el momento del colapso.
El detenido, responsable de la empresa explotadora del negocio, deberá responder ante la justicia por las presuntas negligencias que, según las pesquisas, derivaron en el fatal incidente.
Este caso pone de relieve la importancia de cumplir con las normativas de seguridad en las instalaciones de ocio y pone en tela de juicio la responsabilidad de las autoridades en la supervisión y control de este tipo de locales.
La tragedia del Medusa Beach Club ha conmocionado a la comunidad mallorquina y ha reavivado el debate sobre la seguridad en los establecimientos públicos. Se espera que la justicia determine con claridad las responsabilidades en este lamentable suceso y que se tomen las medidas necesarias para evitar que este tipo de tragedias vuelvan a ocurrir.