Las rosquillas de naranja son un dulce típico español que se disfruta especialmente durante la Semana Santa. Su sabor cítrico y esponjosa textura las convierten en un irresistible manjar que conquista a paladares de todas las edades.
A diferencia de otras recetas de rosquillas, esta versión se caracteriza por incorporar el aroma y sabor de la naranja, aportando un toque fresco y renovador a la tradicional receta.
Prepararlas en casa es muy sencillo y solo requiere ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu cocina. En menos de una hora, podrás disfrutar de estas deliciosas rosquillas caseras y compartirlas con tus seres queridos.
Ingredientes:
- 500 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 1 huevo
- 100 ml de zumo de naranja natural
- Ralladura de 1 naranja
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizca de sal
- Aceite de girasol para freír
- Azúcar glas para rebozar (opcional)
Preparación:
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En un recipiente amplio, mezcla la harina, el azúcar, la levadura química y la sal.
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Incorpora el huevo, el zumo de naranja y la ralladura de naranja. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea y manejable. Si la masa resulta demasiado seca, puedes agregar un poco más de zumo de naranja.
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Amasa la mezcla sobre una superficie enharinada durante unos 5 minutos hasta que la masa esté suave y elástica. Cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos.
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Divide la masa en porciones iguales y forma bolas pequeñas. Con el dedo índice, haz un agujero en el centro de cada bola, creando un anillo.
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Calienta abundante aceite de girasol en una sartén profunda. Una vez que el aceite esté caliente, fríe las rosquillas por tandas hasta que estén doradas por ambos lados.
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Espera a que las rosquillas se enfríen completamente antes de rebozarlas en azúcar glas, si lo deseas.
Consejos:
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Para un sabor más intenso a naranja, puedes utilizar ralladura y zumo de naranja fresca.
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Si la masa resulta demasiado pegajosa, puedes agregar un poco más de harina.
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Asegúrate de que el aceite esté lo suficientemente caliente antes de freír las rosquillas para que se doren uniformemente y no queden crudas por dentro.
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Puedes espolvorear las rosquillas con canela molida o azúcar glas aromatizado con vainilla para un toque extra de sabor.
Disfruta de estas deliciosas rosquillas de naranja como postre, merienda o acompañamiento de un café o té.
¡Buen provecho!