El duelo anticipado es el proceso emocional que se vive antes de una pérdida inminente, como la muerte de un ser querido que padece una enfermedad terminal. A diferencia del duelo tradicional, este comienza cuando aún no se ha producido la pérdida, y puede incluir sentimientos como tristeza, ansiedad, culpa y hasta alivio. Es una respuesta natural al saber que algo muy doloroso está por suceder.
Enfrentar el duelo anticipado requiere reconocer y validar las emociones que surgen durante este periodo. Hablar con amigos o familiares cercanos, acudir a terapia o incluso participar en grupos de apoyo puede ser de gran ayuda. No se trata de evitar el dolor, sino de permitir que se exprese de forma sana, entendiendo que el proceso es distinto para cada persona.
También es útil aprovechar este tiempo para despedirse, cerrar ciclos, expresar sentimientos no dichos y acompañar al ser querido. Aunque el dolor no desaparece con anticipación, procesar parte del duelo antes de la pérdida puede ayudar a tener una recuperación emocional más consciente y menos abrupta cuando llegue el momento final.