En un restaurante de Jerez, una mujer de edad avanzada se vio repentinamente atrapada en un episodio de atragantamiento mientras disfrutaba de una comida con su hija.
En una escena de acción rápida y valiente, un agente de la Policía Nacional, quien estaba fuera de servicio y se encontraba en la mesa contigua, intervino para ayudar a la víctima.
La situación se volvió crítica cuando la mujer comenzó a experimentar graves dificultades para respirar, lo que la llevó a perder rápidamente el conocimiento.
El agente, identificando la emergencia, instruyó al personal del restaurante para que llamara urgentemente a los servicios médicos y luego procedió a aplicar la maniobra de Heimlich con determinación.
A través de más de una docena de compresiones, el agente logró desalojar un trozo de carne que obstruía la vía aérea de la mujer, permitiéndole recuperar la respiración y la conciencia.
Gracias a la rápida intervención del agente, la mujer pudo recuperarse completamente en el lugar, evitando la necesidad de ser trasladada al hospital.