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En un emotivo rescate que ha conmovido a miles de personas en todo el mundo, dos belugas, Plombir y Miranda, han sido trasladadas desde un acuario en Járkov, Ucrania, hasta el Oceanogràfic de Valencia, España, para garantizar su seguridad ante los estragos de la guerra.

Un viaje de esperanza

Plombir, un macho de 15 años, y Miranda, una hembra de 14 años, habitaban en el Delfinario NEMO de Járkov, donde se convirtieron en queridas estrellas del espectáculo. Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania puso en grave riesgo su bienestar, obligando a tomar la difícil decisión de trasladarlas a un lugar seguro.

Un equipo de expertos en mamíferos marinos, provenientes del Oceanogràfic de Valencia, Georgia Aquarium y SeaWorld, se unió para llevar a cabo este complejo operativo de rescate. Durante un viaje de varios días, las belugas fueron cuidadosamente transportadas, garantizando su salud y confort en todo momento.

Un nuevo hogar en Valencia

Tras un largo y arduo viaje, Plombir y Miranda llegaron al Oceanogràfic de Valencia la noche del 18 de junio. Inicialmente, se encuentran en áreas no accesibles al público para permitirles aclimatarse a su nuevo entorno y recuperarse del estrés del viaje. Una vez que se hayan adaptado completamente, se espera que se reúnan con Kylu y Yulka, las dos belugas residentes del acuario valenciano.

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El rescate de Plombir y Miranda ha sido recibido con gran alegría y alivio por la comunidad internacional. Se trata de un símbolo de esperanza y de la capacidad del ser humano para unir fuerzas en tiempos difíciles para proteger a los más vulnerables, incluso a las criaturas del reino animal.

Más allá del rescate

La llegada de Plombir y Miranda al Oceanogràfic de Valencia no solo representa un refugio seguro para estas dos belugas, sino que también abre nuevas oportunidades para la investigación, la educación y la conservación de esta especie. Además, el acuario valenciano, reconocido por su excelencia en el cuidado de animales marinos, brindará a Plombir y Miranda un hogar donde podrán vivir una vida plena y saludable.

Asimismo, la historia de Plombir y Miranda nos recuerda la fragilidad de la paz y la importancia de trabajar juntos para proteger a todas las criaturas vivas. De igual manera, su rescate es un símbolo de esperanza en medio de la tragedia y un recordatorio de que la compasión y la solidaridad no conocen fronteras.

Publicado por: Editor Minuto30

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