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Las obras de ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid han hallado restos óseos que podrían pertenecer al periodo de la guerra civil. Las familias del colegio público Perú y la asociación vecinal Parque de Comillas han denunciado los hechos ante las autoridades y reclaman que se paralicen las obras.

Las obras de la línea 11 del Metro de Madrid reavivan el debate sobre la memoria histórica

En el marco de las obras de ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid, que discurre entre Plaza Elíptica y Valdecarros, se han hallado dos piezas óseas, entre ellas un fémur humano. Las familias del colegio público Perú y la asociación vecinal Parque de Comillas han denunciado los hechos ante las autoridades, ya que consideran que podría tratarse de restos de personas fusiladas durante la guerra civil.

Las obras se están llevando a cabo en el barrio de Carabanchel Bajo, donde se desarrolló el frente republicano durante la guerra civil. Los combates dejaron multitud de víctimas, y según testimonios orales del barrio, se podía subir por la entonces Carretera de Toledo (hoy, calle de Antonio Leyva, que discurre en paralelo a la zona de obras), “saltando de cadáver en cadáver”.

Por ello, es probable que los restos hallados pertenezcan a personas que lucharon en el frente de Carabanchel Bajo, o incluso a personas fusiladas posteriormente.

Las asociaciones vecinales creen que la UTE constructora, formada por Acciona, Dragados y Grupo Rover, debería haber solicitado que se persone en las obras la Policía Nacional o la Guardia Civil, para comunicar al juzgado los hechos, y que una comisión judicial integrada por un médico forense determine si resulta de interés. Sin embargo, las obras continúan sin que se haya activado el protocolo legal.

Los vecinos recuerdan que hace dos décadas, durante los trabajos de construcción de una urbanización ubicada justo en frente del perímetro de la obra, las obras se paralizaron durante meses por el hallazgo de restos humanos.

Además de los restos óseos, el movimiento de tierras también ha hecho emerger el solado de las antiguas viviendas construidas en la posguerra para acoger a familias sin hogar, muchas de ellas víctimas de la represión y de incautaciones ilegales.

El valor histórico y patrimonial de estos restos debería estudiarse, indican las asociaciones vecinales. En pie desde 1940 y hasta finales de los 70, esta barriada de casas de 40 metros, con dos habitaciones y un baño cada cuatro hogares estaba custodiada por falangistas y eran habituales los registros para controlar a cada inquilino.

El hallazgo de restos óseos en las obras de ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid ha reabierto el debate sobre la memoria histórica. Las familias del colegio público Perú y la asociación vecinal Parque de Comillas reclaman que se paralicen las obras y que se investigue el origen de los restos.

Los vecinos también piden que se estudie el valor histórico y patrimonial de los restos de las antiguas viviendas construidas en la posguerra.

Publicado por: Editor Minuto30

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