Según versiones preliminares, el Movistar Arena detuvo la presentación del artista Myke Towers tras superar los límites de sonido establecidos para el recinto. Aparentemente, en hasta cinco ocasiones se activaron las luces para alertar a los técnicos de sonido sobre esta infracción, lo que llevó a la suspensión temporal del evento. Este hecho ha abierto el debate sobre cómo compatibilizar los espectáculos en vivo con las normativas urbanas de control ambiental.
Manuel Saucedo, CEO del Movistar Arena, expresó su inquietud frente a esta situación, señalando que “no puede ser que la música sea un problema en las ciudades”. Su declaración refleja la tensión entre la necesidad de ofrecer entretenimiento cultural y la obligación de respetar las regulaciones que protegen la calidad de vida en zonas urbanas densamente pobladas. La suspensión del concierto de un artista reconocido como Myke Towers pone en evidencia los retos que enfrentan los espacios culturales para operar dentro del marco legal.
Como consecuencia directa, este incidente destaca la urgencia para la industria del entretenimiento de adoptar tecnologías más avanzadas para el control acústico y fortalecer los protocolos internos de monitoreo. Además, se anticipa que generará un diálogo constructivo entre las autoridades locales y los organizadores de eventos, con el fin de buscar soluciones que permitan la realización de espectáculos masivos sin comprometer el bienestar de los vecinos.