El sector hotelero de las Islas Baleares ha experimentado una transformación impulsada por la fuerte presencia de capital extranjero, que representa el 57 % de la inversión realizada entre 2019 y 2024. De los 3.500 millones de euros destinados al sector en ese periodo, más de 2.000 millones provienen de fondos internacionales como Blackstone, Portobello Capital y Covivio, lo que ha marcado un giro en el enfoque tradicional de gestión hotelera en la región.
Como consecuencia directa, los nuevos actores han introducido modelos de operación enfocados en la maximización del valor de los activos y la diferenciación de la experiencia del cliente. Esta evolución contrasta con el esquema anterior, más centrado en la gestión integral por parte de operadores únicos. Además, se prevé un incremento en la modernización de instalaciones y la expansión de marcas hoteleras mediante acuerdos de franquicia, lo cual podría diversificar la oferta y elevar la competitividad del destino.
El creciente interés del capital extranjero pone de manifiesto la solidez de Baleares como enclave turístico estratégico y refuerza las perspectivas de desarrollo del sector. Este cambio en la estructura de inversión y gestión podría tener un impacto significativo en la economía local, consolidando a las islas como referente en innovación hotelera dentro del mercado europeo.