Los frutos secos son conocidos por su alta densidad nutricional. Contienen grasas saludables, proteínas y, sobre todo, fibra insoluble, un componente fundamental para estimular el tránsito intestinal. Incorporarlos a la dieta puede ser una solución natural para personas que sufren de estreñimiento ocasional o crónico.
Los más efectivos para la digestión
Entre los frutos secos más recomendados se encuentran las almendras, las nueces y las avellanas. También destacan los pistachos por su contenido de fibra y antioxidantes. Comer un puñado al día (aproximadamente 30 gramos) puede mejorar la regularidad intestinal sin necesidad de recurrir a laxantes.
Cómo integrarlos en la dieta diaria
Además de comerlos solos como snack, los frutos secos pueden agregarse a ensaladas, yogures, batidos o incluso platos salados. Al combinarlos con otros alimentos ricos en fibra, como frutas y cereales integrales, se potencia su efecto beneficioso. Es importante no abusar de su consumo, ya que también son calóricos.
Un enfoque integral para combatir el estreñimiento
Para obtener resultados sostenibles, se recomienda acompañar el consumo de frutos secos con una buena hidratación y actividad física regular. Evitar dietas pobres en fibra y adoptar hábitos alimenticios balanceados es clave para mantener la salud digestiva a largo plazo.