La familia del soldado Carlos León Rico, que murió ahogado el pasado 21 de diciembre en unas maniobras en un pantano en la base de Cerro Muriano (Córdoba), ha anunciado que ampliará su denuncia contra el capitán y la extenderá a toda la cadena de mando y al Ministerio de Defensa. Además, pedirá prisión provisional para el capitán y recurrirá para que la Justicia Militar no lleve el caso.
Negligencias cometidas en el ejercicio
El abogado de la familia, Luis Romero, ha señalado que el ejercicio, en el que los soldados debían atravesar el lago artificial, no contó con un plan de seguridad ni un plan de riesgos, ni había personal sanitario en el entorno donde murió el soldado. Además, los militares llevaban en la mochila un peso total de 12 kilos más o menos, ya que incluía una mina inerte como castigo por no haber hecho correctamente ejercicios en días anteriores.
En concreto, las negligencias cometidas fueron las siguientes:
- No había una línea de vida adecuada: la cuerda que se utilizó era de las que se compra en Decatlón, se amarró a dos árboles y no se puso en uno de los extremos de la balsa, sino en el centro, “donde estaba la parte más profunda”.
- Falta de medidas de seguridad: no había socorristas, flotadores, salvavidas o lanchas, ni sanitarios ni médicos presentes.
- Condiciones meteorológicas adversas: el agua estaba casi congelada y la temperatura era de unos dos o tres grados.
- Sobrepeso de los militares: los soldados llevaban una pesa de 3,5 kg como castigo, lo que sumaba un peso total de 12 kg a la mochila de unos 8 kg.
Recurso contra el traslado del caso al juzgado militar
La familia del soldado fallecido considera que el caso debe ser juzgado por la Audiencia Provincial de Córdoba, ya que se trata de un homicidio por dolo eventual, que no está tipificado en el Código Penal Militar.
La familia del soldado fallecido pide que se haga justicia y que se condene al capitán y a la cadena de mando por las negligencias cometidas, que provocaron la muerte de su hijo.