Amnistía Internacional de España

La Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España pide un enfoque de derechos humanos

El secretario general de la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España, Ndiawar Seck, ha denunciado la “tragedia” que viven los jóvenes de su país, que se ven obligados a arriesgar su vida en el mar para intentar llegar a Europa.

En una entrevista con EFE, Seck ha asegurado que “la juventud africana se está quedando en el fondo del Atlántico”. “Vivimos con miedo porque uno tiene jóvenes en su casa, yo tengo sobrinos, tengo hermanos, tengo hijos, y en cualquier momento… No te piden permiso ni te anuncian su salida, de repente ves que han llegado a las costas españolas”, lamenta.

El temor a levantarse una mañana y no ver a sus hijos en casa es algo generalizado “en todo el país, en todas las regiones, en todos los pueblos” de Senegal, asegura Seck.

¿Por qué se arriesgan a morir?

La respuesta es sencilla: la falta de esperanza. Seck explica que detrás de este drama está “la falta de esperanza” para los jóvenes en su país de origen, porque “les falta casi de todo” y, en particular, una buena educación, formación y la perspectiva de encontrar un empleo digno que les permita sobrevivir.

“Las condiciones de bienestar social, si se respetaran en África, nosotros todos nos estaríamos aquí… pero lo mínimo no lo tenemos”, explica este migrante, formado en Historia y músico.

La falta de recursos y también la inestabilidad social y política que sacude Senegal expulsa del país a sus jóvenes, que no encuentran una vía legal y segura para buscar un futuro mejor más allá de sus fronteras.

“A un joven español, para ir a mi pueblo no le hace falta nada: se vacuna y se va los días que quiere, se queda allí en nuestros pueblos, en nuestras chozas, disfruta de nuestro país (…) ¿Y por qué un joven de Senegal no puede tener este mismo derecho?”, reclama.

¿Qué puede hacer España?

Sobre el papel de España en las labores de rescate y de acogida, Ndiawar Seck considera que el país actúa “hasta el límite” de sus recursos y cree que “se debe valorar el esfuerzo que hacen” tanto el Gobierno como las ONG y la sociedad civil.

Sin embargo, cree que es necesario abordar el problema de la migración irregular desde un enfoque de derechos humanos. En su opinión, lo más importante que España podría hacer para evitar el drama que sacude su país es vigilar a dónde va el dinero que destinan países como este para proyectos de cooperación, con el fin de asegurarse de que “llegue directamente a los pueblos africanos” y no se pierda con la corrupción de los Gobiernos locales.

También, presionar para que “los políticos locales africanos dejen de robar y de saquear y de maltratar a sus pueblos”.

En nombre de esta asociación, que fue creada hace más de 30 años y cuenta con unos 7.000 socios, Seck pide que la Unión Europea, el Gobierno de Senegal, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental y la Unión Africana “se sienten ya a hablar” para resolver este asunto.

“Que no sea una gestión política, que sea una cuestión de derechos humanos” es su demanda.

La respuesta de los políticos

El discurso político sobre la migración irregular ha estado marcado en los últimos meses por la tensión entre los partidarios de una mayor dureza en las políticas migratorias y los defensores de un enfoque más humanitario.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la necesidad de “aplicar la ley” en la gestión de las fronteras, pero también ha hecho un llamamiento a la “solidaridad” con los migrantes.

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha asegurado que España está comprometida con el “respeto a los derechos humanos” de los migrantes.

La postura de la Unión Europea

La Unión Europea también está dividida sobre el tema de la migración irregular.

Algunos países, como Hungría y Polonia, abogan por una política más restrictiva, mientras que otros, como Alemania y Francia, defienden un enfoque más abierto.

La Comisión Europea ha propuesto una nueva política migratoria que busca un equilibrio entre los dos enfoques.

La nueva política, que aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, incluye medidas para reforzar las fronteras exteriores, mejorar la gestión de las solicitudes de asilo y promover la integración de los migrantes.

Publicado por: Editor Minuto30

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