El Puerto de Algeciras enfrenta un inicio de año complicado por factores climáticos y arancelarios

El Puerto de Algeciras ha experimentado un primer trimestre del año marcado por una serie de desafíos, principalmente derivados de condiciones meteorológicas adversas y la incertidumbre sobre los aranceles comerciales.

EY

El Puerto de Algeciras ha experimentado un primer trimestre del año marcado por una serie de desafíos, principalmente derivados de condiciones meteorológicas adversas y la incertidumbre sobre los aranceles comerciales. Durante los primeros meses del año, la operativa portuaria se vio afectada por fuertes temporales que interrumpieron el normal desarrollo de las actividades. A esto se sumó la continua preocupación por las políticas arancelarias internacionales, que han generado incertidumbre sobre el comercio global y, por ende, sobre las cadenas de suministro. Estos factores combinados han provocado una desaceleración en el ritmo habitual del puerto.

Como consecuencia directa de estos problemas, se ha observado una disminución en el volumen de mercancías movilizadas, aunque las cifras definitivas aún no se han consolidado. Las primeras estimaciones indican que el tráfico portuario en este periodo ha sufrido una contracción en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Esta caída en las operaciones puede tener repercusiones económicas en diversos sectores, particularmente en las empresas de logística, transporte y comercio exterior que dependen del puerto para la gestión de sus cargas.

Este descenso en la actividad portuaria también podría reflejarse en una reducción de los ingresos de la Autoridad Portuaria, afectando potencialmente su capacidad para financiar proyectos de infraestructura y mejoras operativas. A medida que se resuelvan las incertidumbres relacionadas con los aranceles y el clima, el puerto de Algeciras espera una recuperación gradual, aunque las perspectivas para los próximos trimestres siguen siendo inciertas.