El tradicional acto de homenaje a los que dieron su vida por España en el Día de las Fuerzas Armadas se ha celebrado hoy en Madrid, con un emotivo recuerdo a los caídos y un mensaje de unidad y esperanza.
El acto, presidido por el Rey Felipe VI, ha tenido lugar en el Patio del Aire del Cuartel General del Ejército, donde se ha rendido homenaje a los militares que han perdido la vida en acto de servicio.
Tras un minuto de silencio, se ha procedido al izado de la Bandera Nacional y al homenaje a los que dieron su vida por España. A continuación, se ha interpretado el himno “La muerte no es el final”, un canto que ensalza la memoria de los caídos y ofrece un mensaje de esperanza y consuelo a sus familiares.
El himno, compuesto por el sacerdote Cesáreo Gabaráin Azurmendi, fue adoptado por las Fuerzas Armadas Españolas en 1981 como himno oficial en homenaje a los caídos. Su letra, llena de sentimiento y religiosidad, recuerda que la muerte no es el final y que los caídos viven en un lugar mejor.
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En su discurso, el Rey Felipe VI ha destacado la importancia de recordar a los que dieron su vida por España y ha agradecido a las Fuerzas Armadas su servicio y su compromiso con la defensa de la nación.
El Rey ha subrayado que los caídos son un ejemplo para todos los españoles y que su sacrificio no debe ser olvidado. Además, ha hecho un llamamiento a la unidad y a la concordia en un momento en el que España se enfrenta a diversos desafíos.
El acto de homenaje ha concluido con un desfile de las unidades participantes, que han recorrido las calles de Madrid hasta la Plaza de España, donde se ha producido la tradicional parada militar.