El reciente ‘hackeo’ sufrido por el Banco Santander podría tener graves consecuencias para los clientes de la entidad. Se teme que los datos personales y bancarios sustraídos durante el ataque puedan ser utilizados para llevar a cabo estafas por SMS o llamadas fraudulentas.
En este tipo de estafas, los delincuentes se hacen pasar por empleados del banco y contactan con los clientes a través de SMS o llamadas telefónicas. En estas comunicaciones, les informan de que han detectado movimientos sospechosos en sus cuentas o que necesitan verificar su información personal.
Los estafadores, con los datos obtenidos en el ‘hackeo’, pueden sonar muy convincentes y generar confianza en las víctimas. De esta manera, pueden persuadirlas para que revelen información sensible, como contraseñas o claves de acceso a la banca online.
Una vez que los estafadores tienen acceso a las cuentas de los clientes, pueden realizar transferencias fraudulentas, vaciar sus cuentas o incluso solicitar créditos a su nombre.
Las autoridades han alertado del riesgo de este tipo de estafas y han pedido a los clientes del Banco Santander que estén muy atentos a cualquier comunicación sospechosa.