El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha declarado la excomunión de las diez monjas clarisas del monasterio de Belorado (Burgos) que hace un mes rompieron con la Iglesia Católica.
La decisión se produce después de que las religiosas rechazaran comparecer ante el Tribunal Eclesiástico de Burgos para responder por un escrito en el que mostraban su apoyo al “Manifiesto Católico” publicado el pasado 13 de mayo por un grupo de laicos críticos con la jerarquía eclesiástica.
En el escrito, las monjas clarisas de Belorado afirmaban que la Iglesia Católica “se ha alejado del Evangelio y de la doctrina de Jesucristo” y que “ya no es una institución que represente a los verdaderos creyentes”.
Tras la negativa de las monjas a comparecer ante el Tribunal Eclesiástico, el arzobispo de Burgos les ha dado un plazo de 8 días para que se retracten de sus declaraciones y regresen al seno de la Iglesia. Si no lo hacen, la excomunión será definitiva.
La excomunión es la pena más grave que la Iglesia Católica puede imponer a sus fieles. Significa que las monjas quedan expulsadas de la comunidad cristiana y no pueden participar en los sacramentos.
La decisión del arzobispo de Burgos ha generado controversia. Algunas personas han expresado su apoyo a las monjas, mientras que otras han criticado su postura.