Dramático rescate: Caballo varado en playa de Santander

Los bomberos de Santander respondieron al llamado de auxilio de las mujeres con un equipo completo: un autotanque y una robusta grúa se movilizaron para intentar salvar al equino

Bomberos Santander

Gran despliegue de efectivos

Los bomberos de Santander respondieron al llamado de auxilio de las mujeres con un equipo completo para un rescate: un autotanque y una robusta grúa se movilizaron para intentar salvar al equino. En primer lugar, el personal veterinario evaluó las heridas del caballo, las cuales se consideraron graves y dificultaban su capacidad para moverse. Una vez estabilizado, comenzó la compleja tarea de liberarlo de las rocas que lo aprisionaban.

Maniobra de rescate bajo la mirada expectante

Mientras los curiosos registraban el momento con sus teléfonos móviles, los siete bomberos involucrados en la operación aseguraron al animal con un arnés. La oscuridad de la noche no disuadió a los espectadores, quienes observaban con atención cada paso del rescate. La Policía Nacional mantuvo el orden y la seguridad en la zona, impidiendo que la multitud interfiriera con el proceso.

El esfuerzo valió la pena

Tras una espera tensa, el caballo finalmente fue puesto en pie y asegurado con correas para ser izado por la grúa. Una veterinaria administró un sedante leve para calmar al animal y facilitar el rescate. Con cuidado y paciencia, la grúa logró levantar al caballo herido, culminando una operación que mantuvo a todos en vilo. Una vez en tierra firme, recibió atención veterinaria antes de ser trasladado para continuar su recuperación.

Escena dramática en la costa cántabra

El miércoles, mientras el sol empezaba a caer sobre la playa de la Maruca en Santander, los transeúntes fueron testigos de una escena desgarradora. Dos mujeres sostenían la cabeza de un caballo que yacía entre las rocas, con el agua del mar cubriendo parte de su cuerpo y la sangre brotando de varias heridas en sus cuartos traseros. El animal se había herido al golpearse contra las rocas del arenal en circunstancias aún no esclarecidas. Las dos mujeres, cuidadoras de un centro hípico cercano, acudieron rápidamente al lugar para auxiliar al caballo, desencadenando un importante despliegue de rescate.