El envejecimiento del plástico, especialmente del ABS y PVC, ocurre por la exposición a la luz solar, el oxígeno y la humedad. Con el tiempo, estos factores desencadenan reacciones químicas que alteran el color y la textura del material. Es un fenómeno común en electrodomésticos, teclados, carcasas y utensilios de cocina, especialmente en objetos de color blanco.
Métodos efectivos para restaurar su color
Uno de los métodos más eficaces para blanquear plásticos amarillentos es el uso de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 12%. Al aplicarlo sobre la superficie y exponerla a luz ultravioleta o solar durante varias horas, el plástico recupera buena parte de su color original. Es recomendable usar guantes y protección ocular durante el proceso. También existen productos comerciales diseñados para este propósito, pero el método casero suele ser igual de efectivo.
Alternativas menos agresivas
Para quienes prefieren métodos menos abrasivos, mezclar bicarbonato de sodio con vinagre blanco y frotar la superficie puede aclarar visiblemente el tono del plástico. Aunque el resultado no es tan inmediato como con el peróxido, esta mezcla es menos tóxica y más segura para objetos delicados o de uso frecuente.
Cómo evitar el deterioro futuro
Para prevenir el amarillamiento, se recomienda evitar la exposición prolongada a la luz solar directa, limpiar regularmente con productos suaves y guardar los objetos en ambientes secos. Cuidar el entorno del plástico ayuda a prolongar su vida útil y mantener una apariencia más limpia por más tiempo.