Los nuevos aranceles de Trump han provocado preocupación en los mercados españoles y entre los exportadores. El gobierno de Pedro Sánchez ha comenzado a implementar medidas para mitigar el impacto económico negativo. La incertidumbre sobre la duración de los aranceles plantea un desafío para el comercio bilateral.
La posible reducción de las exportaciones a EE.UU. afectaría a sectores como el vitivinícola y el automotriz. Se requiere diversificar mercados y evaluar las cadenas de suministro. La respuesta de la Unión Europea será crucial.
Las empresas españolas deben prepararse para la volatilidad comercial. Planes de contingencia y alianzas estratégicas son fundamentales. La colaboración público-privada es esencial para enfrentar los desafíos de las políticas proteccionistas.