El apagón masivo que afectó a la Comunidad de Madrid generó una gran movilización del servicio de emergencias 112, que gestionó un total de 4.858 intervenciones durante las primeras horas de la madrugada, desde el momento en que se produjo la interrupción del suministro eléctrico hasta las siete de la mañana del día siguiente. Aunque el número de incidentes fue elevado, las autoridades han destacado que, afortunadamente, ninguna de las emergencias gestionadas fue de gravedad, lo que permitió una respuesta más eficiente ante la crisis.
La mayor parte de las intervenciones estuvieron vinculadas a las consecuencias directas de la falta de electricidad, que afectó a diversos sectores de la ciudad. Entre los incidentes más comunes se encontraron personas atrapadas en ascensores, fallos en los sistemas de transporte público que generaron problemas de movilidad, y dificultades derivadas de la interrupción de sistemas de seguridad en edificios. Estos eventos subrayan la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas ante un corte de energía a gran escala.
La intensa actividad del servicio de emergencias 112 evidenció la capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas y subraya la importancia de contar con un sistema de emergencias bien coordinado. Si bien el apagón ya ha pasado, la experiencia obtenida durante la crisis resalta la necesidad de reforzar la resiliencia de los servicios urbanos y la infraestructura ante posibles futuros eventos que puedan poner en riesgo la seguridad y la operatividad de la ciudad.
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